La iluminación de hospitales juega un papel fundamental en la sensación de bienestar de todos los usuarios, ya sean pacientes, personal o visitantes. Se buscan generar espacios agradables y confortables. La correcta iluminación de hospitales también puede mejorar la eficiencia del personal. Por este motivo, es necesario tener en cuenta la particularidad y las exigencias de cada uno de los espacios para la iluminación de hospitales, pues existen un gran número de tareas distintas que requerirán de un tratamiento específico en función del nivel de percepción que se precisa para realizarlas.
Desde siempre los hospitales han acostumbrado utilizar iluminación blanca (6500K) de manera general, actualmente resulta indispensable tener la iluminación adecuada donde se tienen necesidades específicas.
Aquí se llevan a cabo amplia variedad de tareas y a menudo se utilizan igualmente como oficina. La iluminación juega un papel vital al ser un espacio donde se deben hacer diagnósticos precisos ya que de ellos dependen los tratamientos posteriores; entre otras cosas se deben perfectamente distinguir los tonos de piel (AURORA V), tener una visión libre de deslumbramiento, debe adaptarse a las necesidades respectivas de una manera flexible y multifuncional ya que algunas ocasiones un correcto diagnóstico requiere ausencia de iluminación.
Son el lugar donde los pacientes pasan la mayor parte del tiempo. El correcto diseño de la iluminación afecta de manera positiva la recuperación, se aconseja evitar la iluminación excesiva ya que esta podría aumentar la fatiga visual y estrés del paciente. De ser posible aprovechar la luz natural y su posible regulación con temperaturas de color cálidas (AURORA III) para generar sensaciones confortables. Si por la noche el paciente tiene que ir al baño se recomienda tener luz cálida y tenue, de esta manera no se rompe el ciclo del sueño del paciente.
En los momentos que el personal especializado accede a la habitación para examinar al paciente se recomienda una iluminación más técnica adicional ya sea con luminarias en las cabeceras o portátiles. O bien iluminación general que permita una adecuada revisión, para ello se recomienda tener un adecuado control de las fuentes luminosas.
Al igual que los pacientes, el personal que labora en un hospital debe contar con iluminación que permita el mejor desempeño de sus funciones. Los hospitales tienen actividad las 24 horas del día, por ello es importante considerar los turnos en los cuales se labora; en la noche la exposición a la luz artificial es mucho más prolongada, una mala iluminación es causa de diversos trastornos de salud en el personal, principalmente alterando sus ciclos biológicos naturales (alimentación, sueño, etc.) Se recomienda tener luz AURORA V, la cual simula la luz natural del sol y permite el desarrollo de tareas de manera más adecuada. Por otra parte si se trabaja en turno diurno, en medida de lo posible, aprovechar la luz natural o bien utilizar una solución de iluminación que permita definir las diferentes zonas y permitir una orientación clara.