La tendencia vintage en iluminación interior se ha vuelvo popular por su versatilidad para combinar con diferentes estilos. Se caracteriza por hacer uso de luces cálidas y tenues, que permiten crear atmósferas íntimas, sociales y acogedoras.
Algunos restaurantes, oficinas y hasta centros de coworking han aprovechado esta tendencia, ya que, además de transformar los ambientes, ofrece una amplia variedad de focos LED vintage que le aportan personalidad a los espacios.
¿Dónde surge esta tendencia?
La tendencia vintage apareció por primera vez a inicios del siglo XX, aunque su auge lo alcanzó empezando el siglo XXI. La época de la tecnología y el progreso estaba llegando a su fin, dando paso a la añoranza por los tiempos pasados. Se hicieron presentes objetos con antigüedad de más de 20 años, como portarretratos, cuadros, vinilos, además de artículos de cuero y madera.
En la iluminación, el metal, el plástico y el vidrio predominaron, motivo por el que los focos vintage para interior están hechos con estos materiales. Buscan la simplicidad en su diseño, haciéndolos atractivos y fácil de incorporar en distintos ambientes. Esto último ha hecho que se vuelva una tendencia que se mantendrá por mucho tiempo, ya que no tienen un estilo específico.
¿Cómo incorporar focos vintage para interior?
1. Decoración moderna con estilo antiguo
Esta tendencia permite mezclar lo nuevo y lo viejo, por lo que podemos combinarla con estilos como el industrial, el shabby chic o el escandinavo. Tienen en común su preferencia por los espacios amplios y proporcionados, las formas simples y la estética antigua.
Industrial
Busca imitar la decoración de las fábricas —techos altos y estructuras expuestas— para lo que hace uso de focos vintage colgantes de grandes dimensiones. El ambiente se complementa con ladrillos y tuberías expuestas y pisos de concreto. Podemos encontrar esta decoración en espacios de coworking, pues algunos son lugares abandonados que han sido adaptados para estos fines.
Shabby Chic
El Shabby Chic tiene un estilo romántico y nostálgico. Destacan los muebles de ratán, mimbre y madera desgastada, y las lámparas colgantes con diseños geométricos, grandes o con varios focos, así como las lámparas de sobre mesa. Es una decoración que podemos encontrar en cafeterías.
2. Aplicaciones
Lámparas colgantes: podemos colocar varios focos vintage colgantes juntos o uno solo, si los queremos al centro de la habitación, aunque también los podemos usar para iluminar mesas o barras alargadas. Si es así, hay que distribuirlos correctamente a lo largo del mueble.
En las paredes: si queremos iluminar un espacio abierto, podemos colocar focos LED vintage en las paredes. Ayudarán a resaltar la textura de los muros, a añadir dimensión y a crear puntos de luz para resaltar lugares concretos.
Lámparas de sobremesa: sirven para ambientar los espacios. Hay que elegir focos con reguladores de intensidad y temperatura para crear lugares cálidos y relajantes. También se pueden ocupar lámparas de pie.
3. Consumo de energía
A pesar de su aspecto retro, podemos encontrar focos vintage ahorradores. Tienen tecnología LED que aporta grandes beneficios:
- Reducen el consumo de energía hasta en un 80 por ciento, en comparación a los focos fluorescentes.
- Son 90% más eficientes que las lámparas incandescentes.
- Convierten el 95% de la energía en luz, mientras que los fluorescentes solo el 5 por ciento.
- Emiten un brillo más enfocado, lo que hace que se necesite menos bombillas tradicionales.
- No son tóxicos para el medio ambiente porque no tienen mercurio, como las tiras fluorescentes.
La tendencia vintage en iluminación interior se mantendrá por mucho tiempo y podemos aprovechar su dinamismo utilizando focos vintage ahorradores. Nos darán espacios originales y eficientes.
