Una vez que la luz eléctrica llegó al “mundo moderno”, prácticamente todas las actividades que los humanos llevamos a cabo requieren de un sistema de iluminación artificial. Cuando la iluminación llegó al sector comercial, transformó todas las industrias y permitió una mayor eficacia en los modelos operativos.
De acuerdo con la Secretaría de Energía, los tres principales objetivos de la iluminación en áreas comerciales son:
- Atraer clientes.
- Permitir que los clientes evalúen los productos.
- Facilitar la finalización de la venta.
Sin embargo, con tantas opciones de focos en el mercado, la selección de un luminario puede ser complicada.
Sea cual sea el giro de tu negocio, aquí te mencionamos tres conceptos que no debes perder de vista a la hora de elegir, sin importar si tienes un pequeño local o una planta industrial.
Materiales resistentes
Al estar colocados en lugares altamente transitados o en condiciones desafiantes, los luminarios están expuestos constantemente a diferentes factores que pueden ponerlos a prueba, por lo que la resistencia de los focos debe asegurar no solo un gran desempeño, sino también seguridad. Existen diferentes pruebas que se realizan a los focos para evaluar su resistencia, y para estandarizar y clasificar los grados de protección. El Comité Europeo de Estandarización Electrotécnica (CENELEC) desarrolló una terminología específica que asegura el cumplimiento de protección y avala que los focos cumplan con ciertas normas.
Una buena forma de asegurar la calidad en el foco es corroborar el grado de protección con el que cuentan. El IP65 por ejemplo, asegura protección y efectos nocivos que el polvo, vapor y chorros de agua pueden causarnos; en cuanto a eficiencia del foco y riesgo para las personas o trabajadores. Por otro lado, el IK10 asegura máxima resistencia al impacto y maltrato, lo que disminuye la posibilidad de accidentes y el cambio constante de las luminarias.
Alta potencia
Gracias a la tecnología de diodos emisores de luz, los LEDs de alta potencia brindan diferentes alternativas de flujo luminoso para poder tener posibilidades distintas de diseño del sistema de alumbrado y de los efectos de color. Gracias a esto, pueden brindar alta eficiencia y control de la dirección del flujo lumínico.
Adicionalmente, emiten muy bajas emisiones de radiación y tienen una larga vida útil. El rendimiento de un foco LED de alta intensidad, es equivalente a al menos 5 focos de 100 watts, ofreciendo en promedio 50,000 horas de uso. Gracias a todo esto, los costos de mantenimiento se ven beneficiados a corto, mediano y largo plazo.
Ahorrador de energía
El ahorro de energía se traduce de forma muy sencilla a ahorros económicos. Los focos ahorradores no tienen pérdidas energéticas por calor o por interactuar con superficies, lo que quiere decir que básicamente convierten en luz toda la electricidad que reciben. Para tener un parámetro de comparación, podríamos calcular que 7 focos ahorradores de LED, equivale al consumo de tan solo una hora de un foco incandescente de 60 watts, además de que tienen una vida útil más larga e impactan en mucho menor medida al medio ambiente.
En conclusión, los sistemas de iluminación para el comercio e industria deben ser seleccionados con base en la actividad que se realice y el tipo de espacio en el que se trabaje, ya sea un lugar cerrado, semi cerrado o abierto. Sin embargo, los materiales con los que está fabricado, la potencia y la tecnología que tenga integrada son claves para que tu negocio esté bien equipado en cuanto a sistema de alumbrado y listo para operar.
